jueves, 26 de marzo de 2015

DESCENDIÓ EL ESPÍRITU

Sobre Jesús descendía nada más salir del agua. Es el inicio de su ministerio, de su vida, ese sumergirse en este río nuestro, el de la humanidad tan desconcertante, siempre. Jesús se zambulle en nuestras aguas, en la carne mortal  que nos identifica. Desciende el Espíritu sobre el que sube del agua, empapado en nosotros,  para amparar la humanidad nueva, para protegerla y lanzarla  a los desiertos del mal y sembrarlos de divinidad.

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