sábado, 30 de septiembre de 2017

ADMIRACIÓN GENERAL

A veces puede dar la impresión que Jesús disuelve la nebulosa del reconocimiento generalizado como si echara agua al vino, o gaseosa que también le vale. Es una manera de poner los pies en tierra y no entrar en el engaño del cuanto valgo  y que bueno soy.  El sabe que en el designio amoroso e inexplicable de Dios, será entregado en manos de los hombres, estará a merced del capricho humano que es de aquí te espero. Por eso el lenguaje se hace oscuro porque la realidad misma es difícil  y ardua. 

martes, 16 de mayo de 2017

RESUCITADO


Tu cuerpo yacía inmóvil,
en la cavidad vacía
una atmósfera de silencio,
halo sagrado, 
un perfume de vida:
esencia divina inacabada.
No te habías apagado
dentro  de tí se producían 
latidos imperceptibles, 
humildes, desconocidos,
jamás oídos
que recorrían tus venas,
ya sin sangre, 
porque el amor 
que de Dios venía  
 y a Dios volvía, ya estaba 
completamente entregado.

sábado, 15 de abril de 2017

SEPULTO


Introducido en la roca,
envuelto en vendas.
Un sueño, inconsciente,
enroscado, un aire pesado,
indefenso, Dios en el silencio,
atrayéndome a si, al pleno vivir:
Llamada y respuesta,
Llama que no se apaga,
la del amor que incandescente
pervive  entre las zarzas 
y resplandece eternamente.

lunes, 6 de marzo de 2017

TUVE HAMBRE

 Y no me ofreciste  pan para recuperar mi dignidad sino piedras, guijarros de río  que me rompen la mandíbula. Tuve hambre de la Palabra de Dios y no me regalaste el silencio para escucharla. Tuve hambre de vivir la verdad  y requeriste agua para lavarte las manos. Tuve hambre y me quedé famélico en cada niño que no tiene nada que echarse a la boca, solo el deseo del trigo que el viento mece.

jueves, 9 de febrero de 2017

DE DENTRO

Del hombre surgen los malos propósitos, las tendencias inapropiadas, como se dice hoy en día. La culpa no es de los mercados, de los grandes lobbys que pupulan por el orbe y  controlan como un ojo de halcón todo lo habido y por haber. Es en el interior del hombre, de donde brota la perversidad, la oscura cara de lo inconfesable. Pero de dentro del hombre también el Espíritu de Dios hace impulsar todo lo bueno, santo y sano que se da por doquier.