sábado, 30 de enero de 2016

POR EL

Por que no hay nadie como Jesucristo. El murió por mi, dio su vida, su sangre, para que yo pueda vivir con una vida que es entrega  y amor. Su indestructibilidad es la que hace posible la lucha y la victoria que viene concedida como un don inmerecido. Por El, porque El es tan grande que se olvida de sí en favor de esta insignificancia que soy yo. Vivo gracias a El, por su existencia plena para Dios y vuelta hacia cada uno de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario