viernes, 23 de enero de 2015

SALMOS I

 Bajo la denominación Salmos quiero destacar aquello que oramos en estas plegarias, antiguas y nuevas, lo que nos puede sobresaltar o provocar rechazo y por otro lado  aprovechar para  sestear en sus herbosas praderas junto a aguas apacibles.


La  vía de los impíos parará mal.
La felicidad es inversa a la impiedad. A mayor impiedad mayor infelicidad . La dicha está en hallar complacencia en la Ley del Señor. Apartarse de la Ley del Señor es entrar por el camino de la impiedad, en la falsa felicidad, la cual consiste en dar el pego poniendo a la Ley como criterio de vida cuando en realidad lo que prima es el propio instinto animal. La felicidad está en la reflexión de la Ley, día y noche. La felicidad es el Señor en el cual entramos con  la mente, el corazón, con todo el ser.

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