Quédate con nosotros que atardece. No nos dejes ahora solos. Es curioso que siendo dos, aunque desilusionados, te pidan que permanezcas con ellos. Y es que sin ti, Señor, no hay verdadera comunidad.
Por este motivo iniciamos este cuaderno digital. Su fin dejarse acompañar por Aquel de cuyos labios brota la gracia. Queremos que resuene su voz en nuestro caminar, a veces desorientado. Necesitamos sentarnos a la mesa con Aquel que parte el pan para nosotros y experimentar como nuestros ojos se llenen de luz para salir al mundo aunque sea noche.
Por este motivo iniciamos este cuaderno digital. Su fin dejarse acompañar por Aquel de cuyos labios brota la gracia. Queremos que resuene su voz en nuestro caminar, a veces desorientado. Necesitamos sentarnos a la mesa con Aquel que parte el pan para nosotros y experimentar como nuestros ojos se llenen de luz para salir al mundo aunque sea noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario