domingo, 25 de diciembre de 2016

SUCEDIÓ EN AQUELLOS DÍAS

Que estando José y María allí, en Belén de Judá, a María le llegó el momento del parto y dio a luz a su hijo primogénito... 
El nacimiento imprime carácter, solo puede acontecer una vez. Es un hecho histórico, imborrable, insuprimible. Un nuevo ser humano entra a formar parte de la gran familia humana. El nacer comporta dos personas por lo menos, la madre y la criatura. No venimos solos al mundo, venimos con alguien que nos espera y nos desapega de sí para que nosotros seamos nosotros mismos. Pero nuestra identidad es tal porque hay otro al lado. En términos teológicos, existimos porque Dios existe, porque es existencia y hace posible que haya vida. 

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