lunes, 28 de marzo de 2016

EL ROBO DE SU CUERPO

Fue un robo divino el que se produjo con la resurrección de Cristo. Fue arrebatado por el Padre. La muerte de Jesús  de Nazaret es un acto de confianza suprema en su Padre, Dios. Solo así se puede entender su entrega voluntaria, su obediencia extrema. Y Dios lo resucitó al tercer día de la muerte y una muerte de cruz.

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